La viscoelástica es un material que reacciona a la presión corporal. Cuando nos tumbamos sobre la viscoelástica, ésta se adapta al cuerpo reduciendo la tan incómoda sensación de presión durante el descanso, y liberando al cuerpo de la misma. Esto conlleva un descanso más cómodo en el que no tenemos que cambiar tanto de posición y vemos reducidos los movimientos durante el sueño al no sentir presión, a esto se suma una mejora de la circulación sanguínea.
La densidad de la viscoelástica es la cantidad de viscoelástica que tiene un colchón por metro cúbico y que va directamente relacionada con el peso del colchón. A más densidad más pesa el colchón y a menor densidad menos pesa. A más densidad mayor viscoelástica por metro cúbico y por lo tanto más caro es el colchón. A menor densidad, menos cantidad de viscoelástica por metro cúbico y más barato ha de ser el colchón.
En el descanso se traduce en que los colchones de viscoelástica de alta densidad (de 80 a 95kg) son más firmes, pero con una mayor capacidad de adaptación al cuerpo y con mayor poder descontracturante. Los que tienen una densidad media (60 a 65 kg) son un poco menos firmes y la viscoelástica con mayor rapidez al cuerpo, aunque tiende a mostrar una capacidad de menor acogida, descontracturan menos. Los colchones de viscoelástica de densidad baja(de 50 a 55kg) tienen como característica que la viscoelásca es más blandita y tienen menos capacidad de acogida al cuerpo, con mayor rapidez, y recuperan su posición inicial muy rápidamente en cuanto dejan de recibir presión.